4.3 CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS
Las consecuencias del estrés pueden presentarse en forma de consecuencias muy variadas. Unas más extremas que otras. Determinar cuáles pueden ser las consecuencias del estrés depende la mayoría de las veces del nivel de estrés que tú padeces y de la duración de la persistencia de ese estrés. Los síntomas del estrés que sufres son además una buena indicación de las medidas que puedes tomar.
Si el estrés se acumula y persiste demasiado tiempo, existe un riesgo significativo de que los síntomas del estrés se agraven y acaben transformándose en otra enfermedad mental. Todos los tipos de estrés no dan lugar a las mismas consecuencias del estrés, por lo tanto resulta necesario determinar cuáles son los síntomas.
Por ello, la frecuente exposición al estrés genera daños físicos en el cuerpo, que merman la calidad de vida de las personas como dolor de cabeza, piel seca, tic nerviosos, así como:
Obesidad y sobrepeso: Al estar en un constante estrés, la persona no limita la ingesta de alimentos altos en calorías, ya que busca satisfacer sus necesidades emocionales.
Pérdida del cabello: Esta es una de las frecuentes consecuencias del estrés, ya que se presenta por el debilitamiento de los folículos pilosos o la ansiedad de jalar el cabello para lidiar con los sentimientos negativos.
Depresión: Las situaciones estresantes aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad. Los problemas para afrontar la tensión generan desgaste físico, mal humor y sentimientos de tristeza.
Reducción del deseo sexual: La producción elevada de cortisol reduce la generación de las hormonas que alimentan la libido.
Menstruación irregular: El estrés crónico daña el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que induce a retrasos o ausencias del flujo menstrual. Incluso algunos estudios aseguran que las mujeres con empleos estresantes tienen riesgo 50% mayor a tener periodos cortos.
Acné: Los altos niveles de cortisol que se generan por el estrés aumentan la producción de aceites o grasas corporales, lo que contribuye a la aparición de granos.
Úlceras: El estrés altera el sistema digestivo en las personas e incrementa la producción de ácidos estomacales, lo cual favorece el desarrollo de úlceras, indigestión y malestares.
Insomnio: Este es una frecuente consecuencia del estrés y se genera por la alteración del sistema nervioso, lo que dificulta la concentración, genera irritabilidad y falta de motivación.
Disminución de fertilidad: Estudios recientes revelan que las mujeres con altos niveles de la enzima llamada alfa-amilasa tienen más dificultades para quedar embarazadas.
Enfermedades cardíacas: De acuerdo con el Centro Médico de la Columbia University, el aumento del riesgo cardíaco por el estrés equivale a fumar cinco cigarrillos por día, ya que la tensión aumenta el nivel de hormonas en la sangre y acelera la presión arterial.
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